Cómo criticar de forma efectiva, sin hacer daño
Mindful feedback
¿Cómo crees que debes decirle a una persona que está realizando un comportamiento o una acción inadecuada? De forma que no se produzca un conflicto, no se desmotive y, lo más importante, le ayude a cambiar.
Consejos para hacer críticas y dar feedback, siendo conscientes de los sentimientos de los demás.
Es curioso como muchas empresas utilizan los llamados cuestionarios 360º. Estos consisten en que diversas personas, que trabajan dentro de un mismo equipo, se dan feedback (normalmente se critican sus puntos fuertes y débiles) entre unos y otros.
Sin embargo, a pesar de ser una práctica cada vez más extendida, casi nadie pone su atención (mindfulness) en tratar de que la crítica verdaderamente ayude a los integrantes del equipo a mejorar y no les desmotive.
Para evitar esto, entorno a los años 70 se creó la llamada técnica del sándwich. Cuyo objetivo era hacer críticas constructivas a nuestros empleados, a nuestros compañeros de trabajo e, incluso, a nuestros jefes o clientes.
Esta vieja técnica, muchas veces malinterpretada, consistía en decir:
- algo positivo
- introducir lo negativo o que pensamos que le va a sentar mal
- introducir nuevamente algo positivo.
Esto, simplemente así explicado, podía dar lugar a situaciones más cómicas que otra cosa. Imagínese: me gusta su corbata, no vale para este puesto de trabajo, le quedan bien los zapatos.
Éste sería un ejemplo de Mindless Feedback. Es decir, prestar poca atención tanto a nuestro mensaje, como a cómo lo va a recibir la otra persona.
Una evolución de la vieja técnica del sándwich es la técnica del Feed-Back o de la Crítica Empoderante. Qué con el tiempo, desembocaría en la técnica del Feedback consciente (Mindful Fedback).
El apellido de empoderante, viene por que el objetivo de una crítica debe ser hacer cambiar, a mejor, al sujeto que la recibe. Por ello, es importante empoderarle.
Empoderar quiere decir darle poder, en este caso para que pueda hacer cambios útiles en su vida laboral, más que tratar de ridiculizarle o, simplemente, liarle más que ayudarle.
Para que la crítica sea verdaderamente empoderante, es importante anteder, al menos, a los siguientes pasos:
- Decir algo positivo, conforme al tema que se va a tratar.
No se trata de hacer la pelota, ni irse por otros derroteros. Se trata de poner a la persona en situación con respecto al asunto que se quiere trabajar. Si queremos que una persona esté receptiva sobre un asunto, es mejor comenzar con un halago que con un menosprecio. - Introducir la crítica concreta, huyendo de las generalizaciones.
Si generalizamos mediante frases como: ¡tienes que mejorar en todo!, o ¡tienes que cambiar todo!, no estamos ayudando a que la persona pueda realizar el cambio que le proponemos. Para poder hacer cambios efectivos, primero necesitamos ser lo más concretos posible. - Decir las consecuencias positivas de realizar el cambio que le has propuesto.
Este último paso es importante si queremos hacer ver a la persona qué beneficios obtendrá, si cambia en aquello que le estamos proponiendo. Ojo, no se trata de decirle los beneficios para tí. Más bien consiste en “venderle” que va a obtener él si decide hacer el cambio.
Un ejemplo muy simple del uso de esta técnica, puede ser:
- Juan con la corbata tan bonita que llevas hoy,
- si te hubieras puesto unos zapatos marrones,
- se notaría que te has conjuntado de cara a dar una buena imagen en la reunión.
Es fundamental darse cuenta de que cuanto más específico y concreto sea el comportamiento que le decimos que debe cambiar, más claro quedará. Además, al final, no olvidarnos de hacer ver al sujeto que recibe la crítica, los beneficios del cambio que le hemos propuesto.
Ahora, conocer estos pasos, por sí mismo, no permite desarrollar habilidades. Ni hacer Mindful Feedback.
Desarrollar habilidades, implica poder hacer cambios en nuestro comportamiento, variándolo según nuestras intenciones y objetivos, los cuales debemos actualizar según cada contexto específico.
Por ello, es recomendable como mínimo practicarlo en varias ocasiones. Adaptando nuestro mensaje y nuestra comunicación verbal y no verbal. Además, de haber tratado de ponernos en el lugar del otro, teniendo en cuenta sus sentimientos y posibles reacciones.
© Carlos Cominero
Si quiere practicarlo con la ayuda de un profesional o dentro de un entorno formativo, visite www.carloscominero.com