Evolución dela hipnosis, de la magia a la terapia
La hipnosis es en proceso mediante el cual se influye (sugestiona) a otra persona para que entre en trance. Y es que cualquier proceso de trance es un autotrance.
En realidad, como cualquier proceso psicoterapéutico, es un proceso de aprendizaje y cualquier proceso de aprendizaje es un autoaprendizaje.
Mitos y realidad de la hipnosis
La hipnosis se origina desde los faquires que controlan hemorragias. Esto llama la atención a los magos europeos y empiezan a hacer teatro, envolviéndolo de misterio. Esto hace que la gente lo tema.
Para los primeros espectáculos de hipnosis que se realizan en occidente, se escogen a las personas más obedientes que acudían al teatro. Se quedan con aquellas personas que sea por su afán de salir al escenario, sea por lo que sea, están respondiendo a esa primeras sugestiones.
¿Cómo saber si una persona es sugestionable?
Se puede utilizar una técnica muy sencilla:
Si coges a un grupo de amigos, por ejemplo, puedes pedirles que se pongan los dedos cruzados para hacer un pequeño ejercicio:
“Cierra los ojos y empieza a notar como comienza a caer sobre tus manos una sustancia que te las va pegando, una gelatina, nota como una resina que se mete entre todos los dedos y empieza a sellarlos. Una masa que ahora se seca. Muy seca y cuando cuente tres vas a intentar despegar los dedos. Ahora, lo vas a intentar pero no lo vas a conseguir, voy a comenzar la cuenta , vas a intentarlo, pero vas a notar que cada vez te cuesta mas separarlos, comienzo la cuenta: 1,2 y 3…
Levantar las manos las que lo habéis conseguido de inmediato”.
A los otros, a los que los ha costado más, son los que se van a quedar para el espectáculo.
Con este tipo de técnicas los hipnotizadores de teatro, saben quiénes son propensos para poder hacer con ellos el espectáculo.
Estos hipnotizadores-magos fueron los que enseñaron a los primeros médicos. Freud por ejemplo o el propio Milton Erickson.
Por ello en la hipnosis prima el ocultismo. Puesto que es lo que prima en el teatro de los magos. Se escogen a las personas más sugestionables, que aunque no pierden del todo la consciencia, en cierta manera hacen lo que les pide el mago, para no dejar del todo mal al del espectáculo.
Ahora, con la llegada de Milton Erickson esto cambia. La hipnosis Ericksoniana es mucho más sutil que otros tipos de hipnosis, como la hipnosis clásica o la hipnosis que se utiliza en un espectáculo.
¿En qué consiste la hipnosis como terapia?
Para Teresa García, directora del Instituto Erikson, cuenta en los primeros módulos de su Máster, que el secreto de su terapia con un paciente consiste, en parte, en llevarle la contraria.
“Si es muy tranquilo, hay que agitarlo y, al revés, si es una persona muy nerviosa es importante tranquilizarla”.
Por eso, es importante observar y explorar mediante preguntas. No es suficiente lo que te diga el paciente.
Un ejemplo que cuenta Teresa es que una persona puede reprocharse no ser buena madre y decir que apenas conoce a su hijo. Ahora, cuando le preguntas por las aficiones del hijo, resulta que van al cine juntos, viajan, pues ya no es exactamente verdad que no le interese el mundo de su hijo. Viendo otras cosas puedes obtener mayor información.
La hipnosis está llena de mitos y una de las primeras cuestiones que hay que hacer en una sesión es tratar de aplacar esos mitos.
El primer mito que hay que vencer en una sesión de hipnosis es que no se pierde la consciencia. Hay gente que viene con esas expectativas (de perder la consciencia).
No se está bajo el poder del hipnotizador, toda hipnosis es una autohipnosis dirigida.
El hipnotizador es un ser humano y por tanto no se puede “meter dentro en la otra persona, ni se descubre el lado oculto o perverso”. Es solo la fantasía del ser humano la que se imagina que puede haber otra persona que “la posea”.
Si le dices a un criminal que mate a alguien no lo va a hacer. Esto es algo que sale en todas las películas.
Si es cierto que mediante hipnosis se han hecho experimentos. Ahora, ¿qué porcentaje funciono?, pues es algo que no sabemos al 100 por cien, puesto que si es verdad que estos experimentos se han llevado a cabo por agencias de espionaje y nunca se ha llegado a aclarar cuáles han sido los verdaderos resultados.
Ahora, si alguien mata a alguien o hace la gallina o acepta cualquier otra sugestión, no es en contra de su voluntad, si no con su voluntad.
Sería como decir que alguien ha matado a alguien por consumir alcohol o haber tomado una sustancia psicotrópica, esto puede ser un atenuante, pero una persona no se vuelve un asesino simplemente por fumarse un porro, por ejemplo (y no me refiero al hecho de un accidente de tráfico).
Ahora, si es verdad que, tal y como ocurre con las drogas o con el proceso del sueño, se pueden llegar a estados más o menos alterados de consciencia.
En un proceso de hipnosis se puede ir desde un leve estado de trance, parecido al de un sueño ligero, hasta un estado mucho más profundo. Lo que ocurre es que en un estado muy profundo, la persona estaría totalmente abotargada, como en una especie de sueño, con lo que sus movimientos serían bastante lentos.
De hecho, para realizar un proceso terapéutico es mucho más aconsejable realizar procesos ligeros, dónde el paciente sea consciente de cómo, con la ayuda del hipnotizador, se están trabajando sus recursos internos, lo que le pueda ayudar a cambiar patrones de conducta y que estos cambios en su conducta puedan perdurar más allá de las sesiones hipnóticas.
Ahora, la hipnosis no sólo se puede emplear en un proceso terapéutico, se puede utilizar, también, dentro de cualquier otro proceso de aprendizaje, como puede ser la formación, el coaching, el mentoring, etc.
En próximos artículos seguiré hablando de la hipnosis, de sus mitos, de sus beneficios y de la relación que tiene con el mindfulness (consciencia).
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