Desarrollo del término Mindfulness
Esta palabra proviene originalmente del sánscrito, uno de los idiomas indoeuropeos más antiguos, con más de 3500 años. Después el término se extendió al palí. El palí es idioma tradicional utilizado por los primeros monjes budistas.
Sati es utilizado por los budistas para referirse a la conciencia y atención de nuestros propios pensamientos, emociones y comportamientos.
El término mindfulness, en inglés, comienza a ser conocido por medio de una larga carta que escribe un monje vietnamita, Thich Nhat Hanh.
Thich Nhat Hanh, había fundado una escuela budista en Vietnam y durante la guerra, tras recibir continuas amenazas de muerte, es exiliado en Francia. Desde el exilio, escribe una carta animando a sus hermanos a continuar realizando ejercicios de meditación, para desarrollar la consciencia.
Esta carta fue traducida al inglés por una voluntaria norteamericana, establecida en París, en la delegación budista para la paz del Vietnam y por varios voluntarios thailandeses. Cuando algunas editoriales se interesan por ella, la editan en forma de libro, con el nombre “The miracle of mindfulness”. Publicado por primera vez en 1975.
El libro se convertiría en un éxito de ventas y se traduciría a múltiples idiomas.Pocos años después, otro autor se hizo también muy popular gracias a éste término: Jon Kabat Zinn.
Evolución
Kabat-Zinn, fue el creador del primer programa en EE.UU. de entrenamiento basado en técnicas y ejercicios de meditación, para la reducción del estrés.
Jon Kabat-Zinn, ya se había doctorado en biología molecular cuando leyó por primera vez el libro del “Milagro del mindfulness”. Zinn, estaba muy interesado en la interacción mente-cuerpo y los tratamientos medicinales alternativos. Gracias a esta obra, el milagro del mindfulness y, también, a otras aproximaciones a las tradiciones milenarias de la India, vio en las prácticas meditativas un potencial para trabajar algunos problemas que la medicina y psicología de la época, no eran capaces de solucionar.
Después, en 1979, fundó en Massachusetts la Clínica para Reducción del Estrés. Uno de sus programas estrella fue el conocido como MBRS, siglas en inglés de lo que en castellano podría traducirse como: Programa para la Reducción del Estrés basado en Mindfulness. En este programa, combina ejercicios de tradiciones meditativas budistas con algunos tratamientos cognitivo-conductuales, más convencionales.
Así pues, el término mindfulness fue asociándose a la realización de ejercicios de meditación oriental dentro de la práctica clínica, tanto en medicina, como en psicología. Además, en poco tiempo, el término se utilizaría dentro de otras disciplinas y contextos, como la educación, el deporte o el mundo empresarial, por poner algunos ejemplos.
Poco a poco el propio Zinn, como también otros autores, comenzaron a escribir diferentes obras en las que se empleaba el término tanto para referirse a la práctica de ejercicios de meditación, como para la experiencia derivada de su práctica continuada.
Es decir, al hablar de mindfulness, algunas personas se estarán refiriendo al entrenamiento en sí, mientras que otros se referirán a los beneficios del propio entrenamiento. Estos beneficios consisten, de forma muy genérica, en el aumento de la consciencia.
Un entrenamiento en mindfulness, sirve para ser más conscientes (mindful) de lo que muchas veces hacemos inconscientemente.
Muchos de nuestros propios pensamientos, sentimientos o actitudes y, también, las de los demás, se nos pasan por alto y no les no prestamos la suficiente atención. Lo cual nos dificulta que podamos ser más productivos o que podamos rendir más y mejor.
Para evitar esto, la meditación basada en ejercicios budistas puede ser muy efectiva. Ahora, necesitamos también tener modelos o formas de organizar la información, que nos faciliten el poder desarrollar diferentes habilidades de comunicación, no sólo con nosotros mismos (comunicación intrapersonal), también con los demás (comunicación interpersonal). Para ello, algunas metodologías y corrientes nacidas en Europa en las últimas décadas, como por ejemplo DBM® o el Método ACE®, pueden ser muy efectivas.
Por ello, desde el Instituto Europeo de Mindfulness, creamos programas formativos prácticos y únicos, en los cuales combinamos diferentes tipos de metodologías con el objetivo de crear sesiones de entrenamiento personalizadas y efectivas.
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