Mindful es una cualidad, una forma de atender.
Mindful se traduce como atento o cuidadoso.
También, dependiendo de la frase, se podría traducir como “prestando atención” o, incluso, “conscientemente”.
Mindfulness, además de mindful, también está compuesta por el sufijo “ness”.
Este sufijo, en inglés, se conecta a adjetivos y se usa para formar sustantivos.
Por ejemplo, happy (feliz)- happiness (felicidad).
Por tanto: Mindful+ness= atención o consciencia y sería un sinónimo de attentiveness (la atención).
¿Por qué entrenar la consciencia (mindfulness)?
La consciencia es el conocimiento inmediato que tenemos de nuestros propios actos, sentimientos y pensamientos. Así como la capacidad de reconocernos a nosotros mismos. Es sinónimo de conciencia. Además de ser conscientes de nosotros mismos, también podemos ser más conscientes de las actuaciones, pensamientos y sentimientos de los demás y del mundo que nos rodea.
La consciencia está relacionada directamente con la atención, somos conscientes de aquello a lo que prestamos atención. Todos, a lo largo del día, prestamos algo de atención a lo que hacemos, aunque sólo sea por unos instantes. Ahora, ¿cuanto tiempo somos capaces de prestar atención a lo que estamos haciendo sin que nos distraigamos?
En muchas ocasiones, dejamos que nuestras corrientes de pensamientos nos distraigan de lo que estamos haciendo en esos momentos. Ésto, además de ocasionarnos pérdidas de tiempo, nos aleja de la realidad e, incluso, nos puede provocar sentimientos de estrés y ansiedad.
Ser más consciente de tus propios pensamientos, de los sentimientos que te generan y, además, de que puedes gestionarlos, son algunos de los beneficios de realizar nuestros programas de entrenamiento en mindfulness.
Falsas creencias sobre Mindfulness
“Mindfulness sería la consciencia o la atención. Y no es muy correcto traducirlo como consciencia plena”.
- John McWhirter
Aunque el término consciencia plena suena muy poético y se ha popularizado, es un error muy común de traducción.
Es un error que está muy extendido, ya que viene reflejado en muchos manuales e, incluso, en algunos diccionarios. Afortunadamente, algunos nativos ingleses comienzan a alertarnos sobre ello.
Uno de los defensores de que se trata de un error de traducción, es el psicólogo escocés John McWhirter. Director del Máster en intervención psicológica de la Universidad de Valencia y creador del programa: “El arte y la ciencia de la meditación efectiva”.
“Habitualmente se hace un mal uso del término mindfulness.
En este caso, mindful, tendría un uso más similar al de careful, que se traduce como cuidadoso o tener cuidado. Es como beautiful, que sería bonito o hermoso y no sería correcto decir hermosura plena.
No tiene que ver con full en cuestiones de contenido. Es una mala traducción al castellano.
Tiene que ver con la atención, con la manera de atender. En cierto sentido es como “andarse con cuidado”.
Mindful es tener cuidado. No es lleno de mente, es ir con atención. Hay una cuestión de falta de realidad en términos de algunas traducciones”.
- John McWhirter (Systemic, 2015)
Este error de traducirlo como atención plena, cada vez más extendido, proviene de la dificultad a la hora de trasladar ésta palabra compuesta al castellano.
La palabra Mindfulness, está compuesta por un adjetivo: mindful, terminado en una sola “L” y no dos. Es decir, no es lo mismo que “full” (lleno), ésta confusión con las “L”, suele ser uno de los errores de traducción que se suelen cometer.
Además, pensar que se puede trabajar para lograr una atención plena, también es poco acertado en términos descriptivos del propio proceso y puede llevar a equivocaciones. Puede generar la idea de creer que se puede llegar a atender a todo o llegar a ser consciente de todo.
No se puede atender a todo, puesto que nuestra capacidad de atención es limitada.
Concentrarse en un objeto implica desatender otros objetos. Los programas de mindfulness suelen estar compuestos por ejercicios que favorecen al focalización de la atención. Es decir, la concentración.
Otro error es pensar que la consciencia (mindfulness) sólo se puede desarrollar mediante ejercicios basados en la meditación budista.
Podemos entrenar nuestras capacidades atencionales no sólo mediante prácticas budistas, también, mediante disciplinas desarrolladas en occidente.
Si bien es cierto que el término mindfulness comenzó a popularizarse asociado al budismo, a lo largo de la historia de la humanidad, se han desarrollado multiples disciplinas y metodologías que nos ayudan a ser más atentos y conscientes (mindful), tanto de nosotros mismos como de los demás.
Disciplinas, corrientes y metodologías como DBM, el método ACE o la Gestalt, nacidas en Europa, u otras nacidas en los EEUU, como la PNL, combinadas de forma efectiva, pueden ayudarnos en el propósito de conocernos mejor a nosotros mismos y, también, a los demás.
Desde el Instituto Europeo de Mindfulness, no solamente ofrecemos programas basados en prácticas meditativas orientales, sino que las combinamos con disciplinas más occidentales y que, también, han demostrado su efectividad científicamente.
Saber más: Orígenes y evolución del término mindfulness
